Para definir la palabra víctima, hagámoslo a conveniencia. Démosle un sinónimo y listo... el sinónimo que se me viene a la mente es 'probrecito'. Sí, probecito. Es la palabra más acorde con lo que queremos exponer aquí ¿Por qué? Porque la encomienda es relacionarla con lo visto en clase del curso Periodismo Electrónico, con lo cual una víctima de lo visto en clase es aquel probecito que ni gusta de la redaccción y menos de las computadoras.
Qué hace en Periodismo éste se preguntarán ¿no? Pues mis estimados, eso se preguntarán aun así los mismos profesionales que hoy ejercen y que sin darse cuenta no hacen lo que les apasiona y sin embargo, siguen para adelante a veces con iniciativas que les den esta nueva ventana de labores que los saque de la rutina diaria.
Certeramente creo que eso es ser víctima de desinformación, de apoyo y aunque suene poco grato, víctima de la ingenuidad. Una cosa es querer hacer y otra es poder hacer ¿Cuál de estas nos enseña el camino? Diríamos que ambas, sí, porque una sola de estas te jugaría mal, hasta el punto de llevarte años en el tiempo y que cuando desees cambiar, ya sea muy tarde.
Mi afirmación parece pretenciosa, pero no, por dicha no lo es, sino más que afirmación es anéctoda. Es mi anécdota. Dudé durante un cierre de edición terrible que si es esto lo que quiería para mi futuro, si mis años de estudio los dediqué para esto. Pasó el temblor, me tranqulicé, me organicé, y todo volvió a su lugar de motivación.
jueves, 21 de febrero de 2008
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